
Las pirámides bosnias tienen una energía especial y «encierran un secreto en forma de una roca esférica gigante que podría probar la existencia de civilizaciones pasadas, hasta ahora desconocidas», según su promotor, el empresario Semir Osmanagic, conocido como el «Indiana Jones de Bosnia». Hasta allí fue Novak Djokovic, el número 1 del mundo de las raquetas, poco después de caer con Rafael Nadal en la final de Roland Garros.
El tenista serbio, conocido por sus puntos de vista y prácticas espirituales, hizo un viaje al Valle de las Pirámides de la ciudad de Visoko y paseó por los túneles cuya «energía», se dice, produce curaciones. Se trata, sin embargo, de un sitio que en su momento generó polémicas.
Aunque algunas colinas de la región se asemejan a la forma de una pirámide, la Asociación Europea de Arqueólogos desacreditó las afirmaciones. Es más, un informe de la BBC apuntó que la validez de los títulos de este explorador/empresario (Osmanagic) fue puesta en duda (algunos lo acusan de ser un mero aficionado) y no todos los científicos están de acuerdo con sus teorías sobre la «civilización perdida».
En lo deportivo Novak Djokovic afronta la recta final de temporada inmerso en una pelea de gran importancia para él. Después de la decepción que supuso caer ante Rafael Nadal en la final de Roland Garros 2020, es momento de resarcirse y qué mejor forma de hacerlo que marcando nuevas metas que doten de interés y emoción a los últimos torneos del 2020, un calendario cuya hoja de ruta se ha visto claramente diezmada por la situación global de la pandemia.
Mientras se aproxima la segunda ola del virus y las restricciones aumentan en muchos países europeos, parece que las últimas citas no se van a cambiar. Se jugarán, saldrán adelante, si bien las restricciones de público son inevitables y algunos torneos ya se preparan para ser disputados a puerta cerrada. Es el escenario más posible de cara a las próximas Finales ATP, un torneo donde hay muchísimo en juego. Antes, eso sí, el torneo ATP 500 de Viena podría cobrar una relevancia especial.
Como confirma el medio serbio MozzartSport, Novak Djokovic tiene muy claro que jugará este torneo. No obstante, es un territorio donde podría conseguir 500 puntos muy valiosos de cara a mantener su estatus como número uno del mundo, lo que le daría acceso a compartir con Pete Sampras un récord que sus dos grandes rivales del Big-3 no tienen: ser número 1 a final de temporada durante 6 años.
Una auténtica locura de dato que podría ser la antesala de otro aún más grande: superar las 310 semanas en la cima que ostenta actualmente Roger Federer. Buenas actuaciones en Viena y en la Copa de Maestros le pondrían en una situación muy ventajosa con respecto a un Rafael Nadal que sopesa la invitación dada por el torneo vienés. Herwig Straka le quiere a toda costa allí, pero Nadal aún no ha decidido tan siquiera si disputará París Bercy y Londres, un debate que mantiene aún con Carlos Moyá y que se esclarecerá en los próximos días.
Y bien, se preguntarán: ¿estará Djokovic en el Masters 1000 francés? La respuesta, como ha confirmado él mismo, es clara: no. Ya Goran Ivanisevic puso en duda su presencia allí, y la imposibilidad de sumar puntos que ayuden a su causa provocan que la cita no sea ineludible. Recordamos que por las circunstancias de la pandemia la ATP no sanciona a los jugadores por ‘saltarse’ torneos, y Novak no estará en la capital francesa para prepararse de cara al último torneo del año.
Con esta incógnita despejada, solo queda esperar a ver los movimientos de Nadal. ¿Disputará el torneo austriaco? Hay una cosa clara: si Djokovic consigue el título en la capital de Austria, será número uno del mundo a final de año.